En 1935, Paco Vázquez comentaba que estaba en la política municipal "con la rama de oliva en la mano", un símbolo de paz, y "en la boca la convicción", no teniendo más arma que la palabra. En agosto de 1936 sería el primer asesinado del golpe de Estado en Arcos, según los datos del registro civil.
Con los mismos instrumentos, "la rama de oliva" y "la convicción", esta asociación hace un llamamiento a la asistencia a la inauguración del monumento a la memoria histórica y democrática, obra de Francisco José Medina Pérez.
Un monumento a los arcenses, a su historia y a su memoria, que por primera vez después de muchas décadas, sitúa en un lugar público visible este símbolo al recuerdo. También perpetua los nombres de muchos de los que sufrieron los horrores acaecidos en la ciudad a partir del verano de 1936.