miércoles, 30 de marzo de 2016

77 AÑOS DEL FINAL DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


El 1 de abril se cumplen setenta y siete años del final de una cruenta guerra incivil. Una guerra, acontecimiento fundamental en el siglo XX español, provocada por el golpe de Estado de una parte del Ejército. Fue, y sigue siendo, tal la magnitud de ese suceso que, hoy día, casi ocho décadas después, aún seguimos sufriendo las consecuencias. Entre otras cosas, siguen impregnando la sociedad unos valores, preceptos, creencias y prácticas sociológicas herederas del fascismo de los primeros años de la dictadura y del nacional-catolicismo franquista.

A lo largo de la historia, tras las contiendas bélicas, lo normal ha sido que cada bando o familia recoge a sus muertos y los despide como cree oportuno. En la España del 39 (y en la posterior), victorioso el fascismo (nuestro país tiene el "honor" de ser el único país donde no se ha derrotado), no se permitió tal cosa. Tan sólo se llevó a cabo una política de restauración de la memoria de los “caídos por Dios y por España” a través de la Causa General y la construcción del Valle de los Caídos, hiper-monumento al fascismo realizado con mano de obra esclava. A otros, hombres y mujeres defensores de la democracia y de la igualdad social, se les despreció de tal forma que, incluso a día de hoy, hay quien se molesta porque algunos grupos familiares y colectivos intentan recuperar sus restos. La doctrina del shock, puesta en práctica durante la Transición con el 23-F, con un temor constante a una nueva guerra, ha sido el pilar sobre el que ha estado apoyada la negación de la dignidad de los asesinados por los enemigos de la democracia.

La participación de Arcos en la contienda bélica fue poca, por no decir nula. El 18 de Julio de 1936 se da el golpe de Estado y el día 19, el puesto de la Guardia Civil de Arcos se adhiere a los golpistas, quedando desde este día el pueblo en manos de los sublevados. El 21 entran en el pueblo las tropas Regulares procedentes del norte de África junto con la columna falangista de Mora-Figueroa, y, tras esto, comenzó una represión brutal contra personas que tenían alguna relación con el Frente Popular (alianza de partidos de izquierdas que se presentaron en una candidatura conjunta en las elecciones de febrero de 1936) o con las asociaciones obreras. Además de contra otras personas por simples rencores personales.

Con el objeto de dar dignidad, visibilidad y, en última instancia, recuperar los restos de nuestros familiares, el pasado verano nació en nuestro pueblo, la Asociación por la Memoria Histórica de Arcos de la Frontera. Entendemos que en un pueblo como Arcos, donde la represión física se llevó a casi un centenar de hombres que no estaban en el frente, sino en sus casas; y donde se llevaron a cabo acciones indecorosas típicas del fascismo italiano (corte del cabello e ingesta de aceite de ricino) contra, como mínimo, cinco mujeres; es muy necesario destapar esta historia por justicia histórica, pero sobre todo y ante todo, para que las víctimas del fascismo, sus hijos que presenciaron tal horror, descansen en paz.

Salud y memoria.

Antonio Ortega Castillo, 30/03/2016

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